“RITUALES DE TRÁNSiTO, LA ARTICULACIÓN DE LO PERDIDO”
En la segunda mitad del siglo XIX, en Inglaterra, se popularizó lo que conocemos como “Mourning Jewellery” o “Joyería de Luto”. Esta moda llegó a extenderse a otros países de Europa, y por supuesto llegó a España. Consistió en un tipo de joyas realizadas en una cromática rigurosamente negra, y uso de materiales como Ebonita o Azabache. Esta costumbre la instauró la Reina Victoria, en un momento de gran tristeza y pesadumbre para ella, ya que en poco tiempo perdió a su madre y a su marido. La reina, toda la corte y la sociedad inglesa, adoptaron la moda de vestir de luto riguroso y sus joyas se tiñeron de negro absoluto en señal de duelo.
La función del duelo, según Freud, es subjetivar la pérdida inscribiendo un trazo nuevo, que recubra ese agujero en lo real producido por la pérdida. Los ritos funerarios son consustanciales al trabajo de duelo siendo, una de las condiciones de su posibilidad, regulan la angustia, aportando una inscripción simbólica de la pérdida. De allí la importancia de los ritos funerarios, rituales de tránsito, que intentan ayudar a realizar el trabajo necesario para que lo que murió en lo real, muera en lo simbólico. El dolor del duelo afecta al cuerpo imaginario; pero también, en la escena social con el semejante, el dolor por la falta encuentra su localización y acotamiento.
Sin embargo, el luto hoy es considerado en el proceso de negación de la muerte, como una costumbre obsoleta, arraigada solo en el medio tradicional. No se entiende como una expresión externa del dolor ni tampoco como un hábito ceremonial para sacralizar la despedida. Vestirse adecuadamente para un funeral, con ropas oscuras, joyas, gafas de sol y las damas con sombrero, puede entenderse como una transgresión de las fórmulas. Puede tal vez interpretarse como un fenómeno demasiado innovador que no persigue más que el exhibicionismo o el mimetismo con costumbres ajenas, como las anglosajonas.
Desde un punto de vista sociológico-cultural: El duelo como manifestación metafórica que alude al momento actual en el que nos insertamos como sociedad, en el fin de los grandes metarrelatos.
La época victoriana, podríamos situarla como referente de lo que fue la modernidad, donde la razón y el avance científico fueron el eje sobre el que se construía el mundo. En el mundo postmoderno, la información y el conocimiento se constituyen en medios de poder; es ésta la época del desencanto y declinación de los ideales modernos; es el fin, la muerte anunciada, de la idea de progreso. Estamos en presencia de la muerte de los metarrelatos, en la que la razón y su sujeto, como detentador de la unidad y la totalidad, vuelan en pedazos. La ruptura con la razón totalizadora supone el abandono de las grandes narraciones, del discurso con pretensiones de universalidad y el retorno de las pequeñas historias. Tras el fin de los grandes proyectos aparece una diversidad de pequeños proyectos que alientan modestas pretensiones.
Lo que pretendemos con esta colección de piezas de joyería de luto, es ritualizar el duelo o la pérdida, como sucediera en la época moderna romántica, como si sintiéramos una necesidad de abandono y a la vez necesidad de concreción de la emoción ante la pérdida de referentes modernos, y que nos ubica de lleno en la posmodernidad. En realidad, un irónico homenaje a las grandes metanarraciones perdidas.
La exhibición de joyas “Mourning Jewellery”, en el Espacio-Tienda de Orfebres Peris Roca, la podremos visitar desde el 27 de Marzo al 31 de Mayo de 2015. Inauguración, 27 de Marzo a las 20h, en el contexto de “Los Dias Europeos de la Artesanía”.